Desde mi celda doméstica
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martes, 14 de junio de 2016

GUÍAS DE AUDICIÓN... 15

Pan y Toros

 Francisco de Goya, el gran pintor de Fuendetodos, pinta en su estudio de la ribera del Manzanares, junto con lo que se conoce por la Pradera del Corregidor. En los ruedos, están Pepeíllo, Costillares y Pedro Romero. Mucho color en las costumbres y ambiciones, politiquerías sucias, mientras el pueblo se muere de hambre. 
Con este ambiente, muy bien estudiado, un autor, que antes fue arquitecto, pero que dejó las escuadras y los compases por la pluma de comediógrafo, José Picón, urde un argumento bastante fiel a la historia de aquel tiempo. Y un músico ya consagrado, aunque todavía joven, FRANCISCO ASENJO BARBIERI, le pone las notas. Una gran partitura que queda en el acerbo de nuestro género lírico. Y la obra se estrena en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el 22 de diciembre de 1864. 
Escrita en tres Actos, el 1º de ellos ocurre en la mencionada pradera del corregidor, a orillas del río madrileño, tan cantado por los poetas y tan denostado en ocasiones. En ella el pintor Francisco de Goya tiene su estudio, y conspira igualmente. Desde este lugar se ve el Puente de Segovia, la Ermita de la Virgen del Puerto, la famosa Cuesta de la Vega, el Palacio Real y las Vistillas. Al comenzar la acción, hay vendedores, manolas y manolos, un santero, tres ciegos, el padre, la madre y el niño, el primero con una vihuela. Así como un escabechereo a la puerta de un bodegón. Un breve Preludio inicia la partitura de esta Zarzuela, una de las más clásicas de nuestro repertorio
En el lugar, gran animación. Los ciegos con vihuelas cantan su romance. Después, aparece el Corregidor. 
En el Acto 2º, nos trasladamos a un rincón del viejo Madrid. En él, una casucha, baja de techo, y medio derruida. Dentro de ella, dos habitaciones. La ciega, dormida de bruces sobre una mesa de pino, alumbrada por la luz de un candil. Fuera de la casa, la puerta de una taberna. Y, dentro de ésta, el santero y el ciego. Al fondo, un gran palacio, con unos salones desde los cuales-están iluminados y abiertos los balcones- se ve a los invitados que bailan y cantan alborozadamente. Una contradanza se baila. El abate está en un balcón. Romero y Costillares, los dos famosos toreros, están a la puerta de la taberna. Y cantan una canción popular conocida por el “perurillo”. 
Con las voces grabadas de Ana María Iriarte, Conchita Domínguez, Manuel Ausensi, Carlos Murguía, Rafael Campos, Carlos Iseduque, Enrique Malvido, Joaquín Portillo y Gregorio Gil. Coro Cantores de Madrid, Orquesta Sinfónica bajo la dirección del maestro CISNEROS.

Alfonso Gil González

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