Jacob envía a su hijo José a visitar a sus hermanos
Comienza así una historia sorprendente. El hijo de Jacob es vendido como esclavo y llevado a Egipto, donde prosperará como no pudieron soñar sus hermanos. A pesar de todo, él no los olvidó y les ayudó en cuanto pudo.
Pasa como padre genealógico de una tribu que, más tarde, se dividió en Efraim y Manasés. La historia de José y sus hermanos se narra en Génesis 37 y siguientes.