Isaac bendiciendo a Jacob
El capítulo 27 de Génesis nos ilustra sobre los prolegómenos de esta bendición y sobre la bendición misma. Una vez que Isaac creyó que Jacob era Esaú, no por sus palabras, sino por sus manos, y tras preguntarle si realmente él era Esaú, le pidió darle de comer y que le besara. Al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le bendijo.
De nada sirvió que, luego, se presentara Esaú reclamando la bendición de primogenitura, pues el patriarca ya la había dado a su otro hijo, Jacob. Ante la insistencia de Esaú, dio también a éste una bendición, aunque bien distinta. Por este motivo, los hermanos se disgustaron entre sí. Y la intervención, una vez más, de Rebeca, la esposa de Isaac, salvó la situación.
Pasaje para ser leído, comentado y orado. No olvidemos que Esaú había perdido la primogenitura por un plato de lentejas.
Alfonso Gil González