Encuentro y salvación de la oveja perdida
En la historia de cada converso se repite esta parábola del Buen Pastor que busca la oveja extraviada, encontrándola, a veces, en situaciones límite de peligro o de tiempo.
De algún modo, todos tenemos experiencia de esa búsqueda de Dios en nuestras vidas. Cuando nosotros creíamos buscarle, era Él quien nos buscaba. Cuando pensábamos habernos olvidado de Él, una situación crítica en nuestra existencia, o en la de aquellos que amábamos, nos repite la evidencia del amor incansable de Dios.
Jesucristo es nuestra esperanza de vida.
Alfonso Gil González