Encuentro de Jesús y Zaqueo
No puedo estar sin Ti, es imposible.
Preciso, cual Zaqueo, que me llames,
me baje de la higuera y que reclames
tomar juntos la cena disponible.
Ya ves mi situación: casi horrible.
No soy digno de Ti, de que me ames,
y, menos, de que, sucio, Tú me laves.
Digno soy de la muerte tan temible.
Entra, pues, Señor, bajo este techo,
otrora de malhechores guarida,
que, antes de que marches, yo confieso
por cuatro hacer el bien de lo mal hecho,
compartir con los pobres nueva vida,
y seguirte, de tu Amor todo preso.