Admirable trilogía
Qué bien encajan estos mensajes, aquí guardados, con el tesoro musical que estamos viendo! Dime, si no, estas obras que le siguen: la Suite Lírica, de Eduard Grieg, la Marcha de los soldados de madera, de Jessel, y La doncella y la muerte, de Franz Schubert. Son grabaciones de hace ya muchos años, que guardan la nitidez de aquel entonces. Cuando pasen los siglos, sólo debiera quedar la belleza. Lo aquí almacenado es un signo, una llamada a valorar lo eterno, lo imperecedero. He aquí la música en estado puro.
Alfonso Gil González