Jesús preguntando a sus discípulos qué piensan de Él
Jesús quiere que sus discípulos se conciencien de por qué le siguen. No basta estar bautizado. No basta seguir unas normas más o menos religiosas. No basta con ser piadoso. Hay que saber la razón esencial de nuestra opción por Cristo. Los cristianos no son “fans” de Cristo. Simplemente, han tomado conciencia de pertenecer a su misma filiación, al mismo y único Cuerpo del que Él es la cabeza. He ahí el motivo de los cristianos en el mundo: perpetuar la presencia del único Hijo de Dios. Por tanto, un cristiano que no está revestido de los sentimientos propios de Cristo no es cristiano, por muy bautizado que esté. Se trata de asumir la encarnación del Verbo, no de dedicarnos a decir “qué bonita figura”, “qué bonitas palabras”… En fin, que Él nos transforme en su ser.
Alfonso Gil González