Desde mi celda doméstica
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lunes, 3 de agosto de 2015

VIDA DE ORACIÓN (Cap. 5)



ORACIÓN DE RECOGIMIENTO Y DE QUIETUD

Ya estamos en el Quinto Grado de la Oración.
Dice santa Teresa que esta "oración de recogimiento" se siente en el alma y le apetece cerrar los ojos, y no oír, ni ver, ni entender sino aquello en que el alma se está ocupando, que es poder tratar con Dios a solas.
Hay algunos fenómenos concomitantes, como una viva presencia de Dios sobrenatural, una admiración deleitosa, un profundo silencio espiritual y luces vivísimas sobre Dios y sus misterios. De modo que al alma convendrá no suspender su discurso hasta sentir claramente la invitación del Señor, o suspenderlo inmediatamente al sentir el atractivo de esa presencia divina, entregándose plenamente a la vida interior.



El Sexto Grado de la Oración corresponde a la "oración de quietud", que es un sentimiento de la presencia de Dios que cautiva la voluntad y llena  alma y cuerpo de una suavidad y deleite verdaderamente inefables..
Ello tiene como efectos: Una gran libertad de espíritu, temor filial de ofender a Dios,confianza en la salvación, profunda humildad, desprecio de deleites terrenos y crecimiento en todas las virtudes. Pero no es esta una oración que consiga por el esfuerzo humano; lo único que debe hacer el alma es secundar la acción de Dios nada más sentirla. Y no dejar la oración a pesar de todas las dificultades o tropiezos.

Alfonso Gil  González
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