Alfonso VI el Bravo
A Alfonso VI, rey de Castilla y León, se le recuerda en relación con el héroe hispano, Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid). Casado con Constanza de Burgundy, favoreció la introducción del estilo románico en el arte, la liturgia mozárabe, la escritura visigótica y el monaquismo procedente de Cluny.
Nacido en junio de 1040, era el segundo hijo de Fernando I y de su esposa Sancha. Fue educado por el obispo de Palencia, Raimundo, y por el conde de Carrión, Pedro Ansúrez. Las posesiones heredadas tras la muerte de su padre le enfrentan a su hermano Sancho II. Ambos tenían a su hermana Urraca como regenta de Zamora. Su complicidad con Alfonso les ha hecho pensar a los historiadores modernos una posible relación incestuosa.
Muerto Sancho II a las puertas de Zamora, asume el reinato sobre Castilla y León conjuntamente y conquista Galicia. Si bien es verdad que fue derrotado dos veces por las fuerzas almorávides, las hazañas del Cid contribuyeron a extender sus dominios. En un manuscrito del siglo XII, que se conserva en la catedral de Santiago de Compostela, se halla una miniatura con el retrato de Alfonso VI, sedente, teniendo en sus manos los atributos de la realeza.
Este rey valiente, que tantos quebraderos de cabeza causó al Cid, quien se vio obligado a sacarle el juramento de que no había intervenido en la muerte de su hermano Sancho (Juramento de santa Gadea), fallecía en Toledo en 1109.
Alfonso Gil González