DE HIJO A MADRE
(soneto íntimo)
*
No son de tu color todos los días,
ni todos amenazan de tormenta,
mas todos son regalos que en la cuenta
anotados están cual perlas mías.
Con ellas sumaré de avemarías
un óptimo caudal, con cuya renta
mejor efectuaré la compraventa
de parecerme a ti, aunque te rías.
El tiempo pasará, y de nosotros
el mundo aprenderá lo hermoso que era
haber vivido en Dios tan dulcemente.
Oh gentes sin amor: Es por vosotros.
¡Qué pronto morirá la Primavera!
¡Qué triste no amar eternamente!
Alfonso Gil González