EXPLICACIONES AL CORO
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Preguntan que por qué hago un soneto
cada vez que al coro me dirijo,
y yo les contesto, sin ser prolijo:
“No, señor, no es así, es un boceto”.
En la vida de nadie yo me meto.
A los miembros del coro, en que me fijo,
no son cosas para mí, son un hijo,
aunque tengan un dire tan cateto.
Mas dicen que la lengua es la sinhueso,
que no puede parar y que, por eso,
se mueve tanto y tan tontamente.
A mí ¿qué más me da? Sé que la gente
de mucho hablar ha muy poco seso.
Aquí va otro, pues, y con un beso.
Alfonso Gil González