ENVEJECER
Viejas manos. Con el tiempo asumo
caduca realidad de la materia.
He dado tantas vueltas en la feria,
que con ella termino y me consumo.
Si miro hacia atrás, es solo humo
de torpe vanidad y de miseria.
Pero aún llevo yo la filacteria
con tu nombre de Padre, oh Dios sumo.
Y ese nombre me es tan agradable,
derrama tanto amor en mí, vacío,
que creo estar aún en la alborada.
Yo mudo quedaré, mas, mientras hable,
a todos gritaré que en Ti confío,
que Tú serás mi última morada.
Alfonso Gil González
Cehegín 2013