TESOROS EN CINTA MAGNÉTICA
TOMO DECIMOSEXTO
-901-
Holborne
SUITE en cinco movimientos
Solistas de Viento de Hamburgo.
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La riqueza de matices para la expresión musical de la religiosidad
Charpentier
MOTETES
Versión del Concerto Vocale.
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¿Cómo ser, a la vez, romántico y moderno en 1940?
Rachmaninov
DANZAS SINFÓNICAS
Interpretadas por la Orquesta del Concertgebouw, dirigida por Vladimir Ashkenazy.
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Lo genuinamente popular en manos de un genial adaptador
Ravel
CANTOS POPULARES
Canta Fischer-Dieskau, acompañado al piano por Hartmut Höll.
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La música que le gustaba a Goethe
Haydn
TRÍO HOB V: 8
Versión del Trío de Cuerda Alemán.
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Tras el programa “Musical 2” de RNE, que se emitía a las 10´30 de la noche, y que duraba unos 90 minutos, para rellenar el espacio hasta dar las 12, se puso una estupenda intervención lírica para barítono y orquesta. Concretamente, “la góndola negra” de Augusto Rocki, cantada por Ruggero Raimondi, acompañado de I SOLISTI VENETI, dirigidos por Claudio Cimone.
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Música deliciosa para piano.
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-902-
CONCIERTOS FAMOSOS
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Vivaldi
CONCIERTO PARA 2 MANDOLINAS, CUERDA Y CONTINUO EN SOL MAYOR
Interpretan I MUSICI.
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M. Arnold
Julien Green, con el Melody Simbol, ha interpretado el
CONCIERTO DE GUITARRA
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Bach
CONCIERTO PARA OBOE, VIOLA, CUERDA Y CONTINUO EN RE MENOR
Lo interpretan I MUSICI.
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Bellini
CONCIERTO PARA OBOE Y ORQUESTA EN MI BEMOL MAYOR
Orquesta Sinfónica de Radio Frankfurt.
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Stamitz
CONCIERTO PARA FLAUTA Y ORQUESTA
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-903-
CLAUDIO ARRAU
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Schumann
ESTUDIOS SINFÓNICOS OP. 13
Al piano, Claudio Arrau.
Impregnada del romanticismo, tan propio de Schumann, no es esta su obra más difundida. No obstante, es de una gran belleza y serenidad. Arrau hace gala de su perfecto hacer, siendo, como era, uno de los mejores pianistas del mundo. El romanticismo musical humanizó, de algún modo, la sociedad de los hombres. Era una vuelta a la interioridad, a los sentimientos más hondos, tras la exuberancia del clasicismo. El arte siempre ha ido manifestando el vaivén del espíritu humano. Cuando el exceso estético nos deja como embotados, el romanticismo nos recupera lo más genuino de nosotros mismos. No hay belleza externa perdurable sin la belleza interior, trasunto de la inmutable e imperecedera. Escuchar a Schumann, por ejemplo, nos recupera de nosotros y a nosotros mismos. De ahí la necesidad y responsabilidad de que el intérprete, en este caso, Arrau, transmita algo más que sonidos. El piano no es más que un instrumento transformante y transformador. Quien lo maneja puede hacer sentir lo más admirable, o aborrecer el golpeteo de sus martillos. Arrau transmite la perfección. Y ante la perfección sólo cabe la contemplación o el éxtasis.
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ROMANZA N. 2 OP. 28 EN FA SOSTENIDO MAYOR
Esto de tener a Claudio Arrau en tu propia casa, y estar escuchando la música de esta “romanza” de Schumann mientras, sentado en tu despacho, intentas plasmar en papel algo de lo que te hace sentir… ¡es una verdadera gozada! Soy, en este momento, la envidia de cualquier melómano.
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CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA EN LA MENOR
Al piano, Claudio Arrau, compañado de la Orquesta Sinfónica de Boston dirigida por Sir Colin Davis.
Este concierto ya ha sido comentado anteriormente. Quizá sea momento de dejarse llevar de su embrujo arrebatador. Es fácil imaginarse a Clara Schumann, la fidelísima esposa, interpretando al piano, por los salones de Europa, esta maravilla de su esposo, tan delicado de salud y tan pleno de vida interior. Tan frágil en lo físico y tan robusto en el espíritu. La inspiración de los grandes compositores es una prueba concluyente de la presencia divina en sus vidas, y hoy en las nuestras. Nimbados de la belleza inmarchitable, es ésta la que vislumbramos al escuchar estas sonoridades, estos mensajes ocultos tras las notas del pentagrama. El alma vuela tras ella, pues la sabe suya. ¿Qué es todo otro placer, sino engaño y señuelo del verdadero y embriagante? He aquí la huella de Dios. Si no creéis en Él, aceptad, al menos, que el Misterio os sobrepasa y os envuelve. Si os atrae, es que sois parte de él.
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Compases de operismo sinfónico.
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-904-
FAMOSAS ELEGÍAS
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Boccherini
SINFONÍA EN SI BEMOL
Versión de la Orquesta de Cámara de Moscú, dirigida por R. Barshai.
Estamos en un barroco de transición hacia el clasicismo. Aún conserva la floritura barroca, pero se impone la precisión y la regla clasicista. Estamos muy cerca de Haydn, casi tocando a Mozart.
Primer movimiento, alegre.
Segundo movimiento, positivamente tranquilo.
Tercer movimiento, allegreto gracioso.
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R. Strauss
CONCIERTO PARA TROMPA Y ORQUESTA EN MI BEMOL
Entre 1942 y 1947, Strauss escribió obras concertantes que destinaba a amigos. Temas de estudio para excelentes instrumentistas. Trabajos de taller, a fin de que las articulaciones de la mano y del cerebro nos e emboten demasiado pronto. Sin embargo, son obras de un raro interés musical que, con su sobriedad y economía de medios, atestiguan la búsqueda del equilibrio formal y sonoro, característicos de esta época. Un Strauss que abandona sus estratos literarios, filosóficos y anecdóticos en provecho de la música pura, como abandona sus efectivos gigantescos en beneficio de un pequeño conjunto instrumental. Es un concierto de 1942. Resulta curiosos compararlo con su antecesor en sesenta años, clásico y verdaderamente concertante. Este de ahora se presenta como una especie de meditación serena, en el que el gusto por la polifonía cromática se satisface mediante una incomparable paleta orquestal que gira sin cesar entorno al solista.
Lo interpretan N. Hauptmann, trompa, y la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Karajan.
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Música para piano.
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Beethoven
CANCIÓN ELEGÍACA OP. 118
Versión para coro y orquesta Con el Ambrosian Opera Chorus y ña Orquesta Sinfónica de Londres.
He aquí una de las más bellas páginas del pentagrama beethoveniano. La voz humana, una vez más, da muestras de versatilidad como no puede hacerlo ningún otro instrumento musical. El cantante, o el coro, muestra su capacidad interpretativa imprimiendo a la voz sonora el mudo sentimiento que, muchas veces, resultaría inefable. Beethoven, heredero de la mejor música coral alemana, logra lo que se propone.
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Mompou
ELEGÍA PARA CUERDA Y PIANO
Es, en realidad, una bellísima canción, preñada de melancolía. El músico catalán hubiera pasado a la historia sólo por ella. Su profunda inspiración invade los recovecos del alma totalmente.
El mismo autor la acompañaba con el piano.
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Hindemith
LA TAUREMÚSICA
Pieza para orquesta, impregnada de sentido fraseo que te transporta a lo hondo de la melancolía.
Versión de Antonio Yanigro con los Solistas de Zagreb.
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Katchaturian
SUITE MASKERADE
Elegante partitura orquestal en tono menor. El vals llevado a la nostalgia. Una verdadera obra de arte. Pagina maravillosa. Auténtica ensoñación. Romanticismo ruso en el segundo movimiento. Brillo y grandiosidad en el tercero con influencia europea. El cuarto retoma el aire del segundo con otras melodías igualmente románticas y más rusas. Perfecto ballet. Aire trepidante en el quinto movimiento.
Versión de la Orquesta Sinfónica RCA.
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Faure
ELEGÍA
Quizá, la elegía por antonomasia. Faure es sublime en sus tonos menores, en su retrospectiva humana. Su inspiración proviene, sin él percatarse seguramente, de sfereas divinas. No hay que escuchar su “requiem”. Pero esta elegía te lleva más allá de lo inesperado, sí, de lo inesperado. La construye con sabiduría no aprendida que le retorna al principio de la temática.
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-905-
TRANSMISIÓN EN DIRECTO
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En 1986, desde el Kunsthaus de Lucerna, se emitió por RNE el siguiente programa musical:
Liszt
ORFEO
Poema sinfónico. Magistral escritura para orquesta en la interpretación de la Filarmónica Checa, dirigida por Vaclav Neumann.
Liszt, que andaba siempre a caballo entre los amores divinos y humanos, nos deja esta página extraordinaria. Y nos deja admirados. Los aplausos del público fueron prueba de su aceptación incondicional.
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Weber
CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA N. 1 EN DO MAYOR, OP. 11
La misma Orquesta acompañando al pianista Malcolm Frager.
Introducción orquestal en forma de canción melódica y polifónica, que da paso a la entrada casi imperceptible del piano. Poco a poco, este adquiere el protagonismo. Dialogando con la orquesta, mantiene un primer movimiento alegre y juguetón, terminado en acorde conjunto.
Los bajos inician el segundo movimiento. El piano, que entra completando la melodía iniciada por la cuerda grave, adquiere un talante sombrío, mas no carente de belleza. Contrapuntea la melodía de las cuerdas.
Movimiento rápido el último, iniciado por el piano, en aire festivo, a veces solemne. Melodías que se contestan. Calderón final y aplausos encendidos.
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Música de Weber en el intermedio de esta transmisión en directo.
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Dvorak
SINFONÍA N. 6 EN RE MAYOR, OP. 60
La misma intérprete checa.
La música eslava está dotada de un encanto especial. Siempre me resultó admirable este Dvorak, diplomático y músico. Sus sinfonías, que recogen parte o mucho del folclore de su tierra, tienen ese poder de captación del ánimo. Su conjunción entre las dulces cuerdas y los bravos metales generan una sensación de gran vitalidad armónica. Música plena, profunda, al tiempo enriquecida por un lirismo atractivo, pegadizo casi. Música llena de esplendor, segura. El apacible canto del segundo movimiento, como suele hacer, es una especie de imán sobre nuestros atávicos sentimientos, pues nos vemos reflejados en esa escritura capaz de describir tantas cosas. A veces, pensamos tener algún ascendiente por aquellos paisajes centroeuropeos. Quién sabe. Cómo explicar, si no, ciertas sintonías anímicas que nos produce esta y aquella música. ¿Y las danzas del tercer movimiento? En realidad son un esbozo bailable, una invitación. La melodía que le sigue ¡es tan sugestiva! ¡Qué de recuerdos estivales bajo la fronda del gigante almez! En lontananza, la silueta de un pueblo de fisonomía medieval. Y el cuarto movimiento, allegro, no ajeno igualmente a lo folclórico. La vida por doquier. No importa que te vayas haciendo mayor. ¿O sí? ¡Cuánta música almacenada en el disco duro del cerebro, por otra parte, tan blando y frágil! Gracias. La vida toda es una sinfonía de cuatro tiempos. ¡Que los ángeles aplaudan a su término!
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-906-
SONATAS FAMOSAS
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C.F.E.Bach
SONATINA PARA CUERDAS Y CLAVE
Interpreta la Orquesta de Cámara de Colonia.
Hijo del gran Bach, es evidente la influencia de su padre en el terreno de la música. Por otra parte, es el hijo más aventajado en el mundo de la composición, no así de la interpretación. Obra esta de delicada factura. Casi ambiental.
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Max Bruch
SONATAS PARA PIANO, VIOLONCHELO Y CLARINETE
“Sonata” es un término que designa diferentes composiciones instrumentales constituidas usualmente por cuatro movimientos cíclicos, dispuestos en este orden:
Movimiento principal, allegro. Intermedio, adagio, andante, allegreto.
Segundo movimiento, minuetto, scherzo, movimiento finale, rondó.
Esta estructura se halla en muchas piezas musicales. La “sonata” indica originariamente una composición solo instrumental, para distinguirla de aquella llamada “cantata” que requería o admitía el uso de la voz. El término, por tanto, no designaba en el origen alguna forma particular, y no se aplicaba cuando la designación instrumental de la pieza resultaba de título peculiar.
Estas ocho sonatas de Max Bruch están interpretadas por el Conjunto de Cámara San Francisco.
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Frank Buller
SONATA PARA PIANO, CUERDA Y VIENTO EN MI BEMOL MAYOR
La distinción explícita entre “cantata” y “sonata” aparece por vez primera en el libro EL MAESTRO de Luis Milán, vihuelista y compositor valenciano del siglo XVI. Pronto habrá una diferencia entre la “sonata de iglesia” y la “sonata de cámara”, que reunía varias danzas.
Será ejecutada la sonata del título por el Consortium Classicum.
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Durante la segunda mitad del XVII, el creciente perfeccionamiento de los diversos instrumentos y la introducción del violín, a la vez que generó el virtuosismo, aportó una rápida evolución de la sonata que empieza a cobrar vida propia. Italianos, franceses e ingleses la desarrollaron.
Debussy
SONATA PARA ARPA, VIOLÍN, FLAUTA Y VIOLA
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-907-
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Música en compás ternario.
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Wagner
SELECCIÓN DE “TANNHAUSER”, “SIGFRIDO” Y “OCASO DE LOS DIOSES”
Interpretaciones de las Orquestas Filarmónicas de Chicago y de Viena, dirigidas por SOLTI.
He aquí un músico que ha suscitado, como casi nadie, pasiones y contradicciones. Lo sublime y lo tosco se mezclan en su obra con asombrosa facilidad. Sus óperas, excesivamente grandes, manifiestan los grandes mitos germánicos. Música generalmente grandiosa y espectacular, tiene matices y aspectos de un lirismo y misticismo raramente igualados por ningún otro músico, después de Bach.
Impresionante música esa introducción al “Tannhauser”, ese coro de peregrinos. ¡Mira que es difícil superar eso! Se precisan voces poderosas para la interpretación de sus óperas, siempre cargadas de impresionabilidad y fuerza.
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C.F.E.Bach
DOBLE CONCIERTO PARA PIANO Y CLAVE EN MI BEMOL MAYOR N. 47
Con el Leonhardt Concert y el Concentus Mussicus Wien, dirigidos por Leonhardt.
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Canciones para piano:
Te recuerdo Amanda
Plegaria de un labrador
Alfonsina y el mar
Al piano, Roberto Bravo
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Música para órgano y orquesta.
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-908-
CONCIERTOS BARROCOS
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Bach
OBERTURA DE LA CANTATA BWV 42
Es un allegro de concierto, trascripción de alguna pieza anterior. En este caso, de un dúo de oboe y fagot con arcos y bajo continuo, cuya partitura está perdida. Está escrita en forma ternaria.
Versión de English Concert, dirigido por Trevor Pinnock.
Grabación en directo.
CONCIERTO N. 2 EN MI MAYOR BWV 1053.
Los mismos intérpretes, en directo.
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Haendel
CONCIERTO GROSSO EN SOL MAYOR OP. 6, N. 1
Grabación en directo.
Los mismos intérpretes.
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Telemann
CONCIERTO N. 4 EN MI MAYOR
Grabación en directo.
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Bach
SUITE N. I EN DO MAYOR, BWV 1066
Grabación en directo.
Los mismos intérpretes.
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Música de cine.
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-909-
Brahms
SINFONIA N. 1 EN DO MENOR, OP. 68
Versión de la Orquesta Sinfónica de Chicago, dirigida por George Solti.
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Ravel
CANCIONES HEBRAICAS
Versión de Federica von Stade, acompañada de la Orquesta Sinfónica de Boston.
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Faure
CICLO DE NACIONES OP. 61
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-910-
JOSÉ CARRERAS
RECITAL DE CANCIONES
Con la Orquesta de Cámara Inglesa, dirigida por Antonio Ros-Marbá, Enrique García Asensio y Robin Stapleton, en una grabación original del año 1986, canta:
1- Noche de amor, noche misteriosa, de SOUTULLO y VERT
2- Cuántas veces solo, de JOSE SERRANO.
3- Te quiero, dijiste, de MARÍA GREVER.
4- Quiéreme mucho, de GONZALO ROIG.
5- Aquellos ojos verdes, de NILO MENENDEZ.
6- Valencia, de JOSÉ PADILLA.
7- Amapola, de José M. LACALLE.
8- Princesita, de JOSÉ PADILLA.
9- El guitarrito, de AGUSTÍN PÉREZ SORIANO.
10- Júrame, de MARÍA GREVER.
11- Maitechu mía, de FRANCISCO L. ALONSO.
Era un registro editado por SALVAT, con la Casa Ensayo.
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-911-
CHARLES IVES
PIEZAS VARIAS
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El 20 de octubre de 1874 es fecha de referencia en la música estadounidense por el nacimiento de este compositor. Se le considera pionero en el empleo de polirritmos y microintervalos. Pero no hay que olvidad que esas técnicas no ocultan la existencia de un gran músico, dotado de tanto ingenio y originalidad como de inconformismo. De modo voluntario, Ives da la espalda a lo que es tradicional y, basándose en todo tipo de fuentes, da rienda suelta a su espíritu rebelde. Crea música empleando todos los medios que se le ocurren y de los que dispone. El resultado es evidente. En su vida, casi nadie atenderá su mensaje; tan sólo a los 73 años le llega el reconocimiento en la forma del Premio Pullicer, que le es concedido por su Tercera Sinfonía, escrita 43 años antes sin galardonada.
HALLOWE´EN
Escrita en 1911, cabe advertir un adelanto de lo que, más tarde, se llamará “música aleatoria”.
Versión de la Nueva Orquesta Filarmonía de Londres, dirigida por Farbermann.
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En el catálogo del músico americano encontramos dos páginas escritas para conjunto sinfónico y que denomina “series orquestales”. La segunda de ellas consta de tres movimientos. Los dos primeros aparecen fechados en 1910 y el tercero en 1915. Aquí se halla la
SERIE ORQUESTAL N. 2
Emplea coro, aunque sin tratamiento relevante. El primer tiempo responde a la forma y carácter de un nocturno apacible y sosegado; el segundo, agitado y tenso, contrasta deliberadamente con el anterior, y el último presenta rasgos de una elevada emotividad.
Interpretan el Coro y la Orquesta Sinfónica de Londres, dirigidos por Leopoldo Stokovsky.
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Parece evidente que no puede negarse una cierta intencionalidad descriptiva a juzgar por los títulos de la mayoría de sus obras y de los movimientos que las conforman. Este descriptivismo va más allá de lo puramente visual y se interna en lo psicológico o en lo sociológico a través de prisma crítico de su autor. Ives intenta contar a través de su música cómo es la sociedad de su tiempo, qué cosas se le reprocha y cuáles le aplaude.
CENTRAL PARK EN THE DARK es el reflejo de la sociedad que le tocó vivir, del caos que advierte en el mundo que le rodea.
Compuesta en 1907, aquí está versionada por la Orquesta Sinfónica de Boston dirigida por Sergi Ozawa.
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Aunque Ives es un compositor claramente autodidacta, pasó por la Universidad de Yale, donde realizó los estudios musicales. Allí escribió su
SINFONÍA N. 1 EN RE MENOR que le sirvió como tesis de composición para graduarse. Ives se mantiene dentro de una herencia clásica, construyendo una partitura que presenta errores estudiantiles, a pesar de cierta belleza melódica.
La interpreta la Nueva Orquesta Filarmonía de Londres, dirigida por Farberman.
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El autor americano tiene más de 150 canciones. Páginas de la amplia biografía musical de su autor, porque, a través de ellas, nos muestra su personalidad compleja y preocupada por el ambiente circundante. Aquí hay
OCHO CANCIONES
En versión de Alexis Walter, soprano, y Rafael Gómez Senosiain, piano.
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Música de Año Nuevo.
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CONCIERTOS PARA PIANO
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Tchaikovsky
CONCIERTO N. 2 PARA PIANO Y ORQUESTA EN SOL MAYOR, OP. 44
Se estructura en los tres tiempos habituales: ellegro brillante molto vivace, andante non troppo y allegro con fuoco.
Versión de la Orquesta de Filadelfia, dirigida por NORMANDÍ.
Al piano, Gary Gradmann.
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A veces sobra todo comentario. La música debe ser escuchada. Una misma obra no dice lo mismo a cada cual. Todo lo que se recibe adquiere la forma del recipiente. También la música. Y la fe, por supuesto. Nunca tenemos el mismo concepto que los demás, porque cada uno percibe la realidad desde un punto de vista diferente. Esto nos debería hacer humildes y estar abiertos a las demás percepciones. De ahí que toda opinión sea enriquecedora, nunca excluyente. Cuando alguien dice, por ejemplo, “no creo en Dios”, simplemente está negando la percepción que él tiene sobre Dios. Imposible negar la que los demás tienen. Y así en todas las cosas. También vale esto para el que dice “yo creo en Dios”. Siempre se cree en el Dios que uno ha percibido o experimentado. El talibanismo procede, por tanto, de la ignorancia, como en el campo político los autoritarismos, porque ello supone la absolutización y universalización de la propia percepción, siempre pobre y parcial.
Sin embargo, no quiere decir que la Verdad sea relativa, pues no sería verdad. Lo que sí es relativo es mi conocimiento de la Verdad.
Ya es buena una música que te invita e incita a escribir, a expresar sentimientos, a reflejar lo que va aflorando en el alma. Por cierto, ¿qué es el alma? ¿Dónde tiene su base? ¿Qué es eso que nos hace a los humanos ser “humanos”? ¿Por qué el hombre, hecho de materia y, como tal, caduca, tiende a la espiritualización e inmortalidad? He aquí unas buenas líneas de partida para la conversación, para el diálogo constructivo, para la propia reflexión y maduración interior. ¿Pertenece la música al mundo de lo caduco? ¿Será la música el lenguaje del alma? ¿Acaso la inspiración no nos allega a la divinidad? O dicho de otra manera: ¿acaso la divinidad no se nos acerca en forma, entre otras, de inspiración?
Si. Ha valido la pena escuchar a Tchaikovsky. Una vez más.
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Beethoven
CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA N. 3 EN DO MENOR, OP. 37
En sus movimientos “allegro con brío”, “largo y rondó” y “allegro”.
Versión de la Orquesta Sinfónica de Viena.
La buena música tiene eso: que no por mucha oírla llega a cansarte. Siempre encierra aspectos sugerentes, formas de interpretación, etc… Y es que ni siquiera uno mismo agota, por aquello de la parcialidad perceptiva, las posibilidades de la realidad, en este caso musical. Máxime, si se trata de un “monstruo” como Beethoven. Pero hay que oírla. Algunos no se atreven ni a empezar. Les asusta o cansa. Es cierto que todo requiere un poco de entrenamiento, una adecuación progresiva. La infancia es la mejor época, como para todo saber, de ir fundamentando las querencias musicales. Aún así, no hay edad para la asimilación. Todo el mundo puede empezar a andar un camino no transitado hasta ahora. La música, desde luego, no defraudará, no nos llevará por derroteros tenebrosos. Siempre será luz y despertar, pedagogo e intérprete de nuestros profundos sentimientos. ¿Tendrá autoridad este consejo mío, tras haber escuchado y saboreado miles de obras de buenos compositores? Pues, ¡hazme caso! ¡Escucha música!
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-913-
AUTORES VARIOS
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Suppe
CABALLERIA LIGERA
Obertura
LA BELLA GALATEA
Obertura
Con la Orquesta Sinfónica de Montreal, bajo la batuta de DUTOIT.
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Dowland
3 LACHRIMAE
Versión de los Solistas de Viento de Hamburgo.
Para variar, esta podría ser música adecuada tras los “pasos” de Semana Santa. Su tonalidad y desarrollo un tanto fúnebre serviría para recoger las mentes de quienes contemplan las dramáticas Imágenes sagradas relacionadas con la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
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Mozart
QUINTETO DE CUERDA K. 515
En la interpretación de A. Gerecz, M. Lesueur, con el Trío Grumiaux.
No así esta música, a pesar de su intimismo camelístico. Porque cada melodía, como cada frase, es expresión de una idea distinta. El parecido no es suficiente. Cuando Mozart quiere expresar lo religioso lo hace muy diversamente. Pero su firma es garantía de buen hacer, de belleza inmarchitable.
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Copland
EL SALÓN MÉXICO
Versión de la Orquesta Sinfónica de Detroit, dirigida por ANTAL DORATI.
Podría considerarse “música descriptiva”. Copland hace de estos temas mexicanos una verdadera suite, una auténtica obertura y, hasta si se prefiere, un breve poema sinfónico de diez minutos. Sin duda, atrayente.
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Bach
TOCATA, ADAGIO Y FUGA EN DO MAYOR
Al órgano, T. Koopman.
Sin palabras. Bach sólo precisa del silencio de quien contempla su obra. Trece minutos. Mas ¿cómo callar ante el segundo movimiento? Una melodía genialmente desgranada. El templo rebosa de plegarias.
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-914-
Torelli
CONCERTO OP. 8, N. 6
I MUSICI
Estamos de nuevo en el Barroco. Cuando la música renacentista se desarrolla polifónicamente, y los instrumentos suplen a las voces humanas, surge la maravilla de la música barroca. Torelli es uno de los más destacados compositores de una época gloriosa. Maneja una simplicidad llena de encanto. Uno no sabe si está oyendo un órgano orquestado o una orquesta organística. O ambas cosas.
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Haydn
CONCIERTO PARA VIOLONCHELO EN RE
Haydn se despega del barroco y va dando entrada al clasicismo. La orquesta se amplía. Aquí, no tanto, por el protagonismo del violonchelo. Haydn tiene obras maestras en este género. El concierto se estructura de forma tripartita. Tenemos 25 minutos de envidiable regalo a los oídos.
Lo interpreta J. Lloyd-Weber, acompañado por la Orquesta de Cámara Inglesa.
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Chopin
NOCTURNOS N. 8 AL 14
Al piano, Claudio ARRAU.
El clasicismo abrigó en propio seno al Romanticismo, del que Chopin es indiscutible muestra. En el Arte, como en la Historia en general, se produce el vaivén, el movimiento pendular. Como el hombre. La vida no es algo fijado e inmóvil. Cuando las formas tienden a fijarse, surge necesariamente el “escape” de una posible asfixia. El romanticismo supuso la respiración en el encorsetamiento clásico. Cuestión bien distinta es si ello supone avance o superación. Yo creo que no. Todo en sí es perfecto. Los cambios no perfeccionan, simplemente modifican la posición tendente al fixismo. “Y vio Dios que todo era bueno”, dice el Génesis.
He aquí 46 minutos de relax anímico.
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Música de Jazz.
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-915-
Beethoven
SINFONÍA N. 2
Versión de la Academy of Ancient Music, dirigida por Hogwood.
Estamos ante un clásico puro. Heredero de la mejor música alemana, Beethoven puede ser considerado el “padre del sinfonismo”, a pesar de que Haydn fuera en este género mucho más prolífico. Pero el músico de Bonn es otra cosa. Él es la perfección de la “sinfonía”.
34 minutos.
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Jolivet
CONCIERTO PARA TROMPETA N. 2
Solista, W. Marsalis.
Orquesta Filarmonía de Londres, dirigida por SALONEN.
¿Es que la música del siglo XX supuso avance sobre la del XIX? Honestamente, no. Pero ahí la tienes: rica en matices y sonoridades, que la técnica ha propiciado sobre lo que el siglo XIX no pudo soñar. “Música de locos”, diría alguno. Pero he aquí 11 minutos sorprendentes y bellos.
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Tchaikovsky
CUARTETO N. 1 PARA CUERDAS EN RE MAYOR
Lo interpreta el Cuarteto AMADEUS.
Evidentemente, esto es otra cosa. Si ya de por sí este ruso subyuga, imagina cuando utiliza la pureza musical que supone el cuarteto, la polifonía sonora reducida a los cuatro timbres tradicionales. Yo lo prefiero sinfónico, pero he de reconocer a este Tchaikovsky de las formas simples, de la inspiración reducida al mínimo expresable armónicamente. Y así durante 27 minutos. Para quitarse el sombrero. ¡Menudo segundo movimiento! Melodioso canto donde los ha. La sublimidad de lo sencillo. ¡Dios mío!
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Música de Jazz.
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FRANCOIS COUPERIN
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Los Couperin constituyeron toda una dinastía de músicos franceses entre los siglos XVI y XIX. El más importante de sus miembros, sin duda alguna, fue Francois Couperin, nacido el 10 de noviembre de 1668. Conocido como “el grande”, responde al tipo de músico al servicio real, asalariado y sujeto a normas estrictas por razón de su empleo. Sin embargo, es capaz de trascender la servidumbre que esto supone y crear una serie de páginas originales y, en cierto modo, independientes, fruto de sus inquietudes creadoras, más que de los condicionamientos de su oficio. Dentro de estas coordenadas, hay que advertir, en la música del francés, un cierto asomo romántico que muestra su intencionalidad en los curiosos títulos de sus composiciones para clavecín. Estas páginas son producto de su observación del entorno desde una perspectiva tranquila y sosegada. Aunque la producción de Couperin abarca distintos géneros, es en el clavecín donde muestra sus más brillantes cualidades.
CONCIERTO REAL N. 3 EN LA MAYOR
Para hacer más llevadera la vejez de Luis XIV, es un concierto que sigue la forma de la suite francesa, modelo habitual en la producción instrumental de Couperin.
Lo versiona Thomas Brandis, violín, H. Holliger, oboe, Joseph Ulsamer, viola de gamba, Manfrid Sax, fagot, y Christian Jaccottet, clave.
17 minutos.
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ORDEN N. 8 EN SI MENOR,
Del Segundo Libro de clavecín.
Versión de R. Puyana.
27 minutos.
Escribió 262 obras para clavecín. Componen la serie EL ARTE DE TOCAR EL CLAVECÍN. Cada pieza tiene un marcado carácter didáctico.
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LAS NACIONES N. 2 “LA ESPAÑOLA”
Versión de F. Brueggen, J. Schroeder, A. Bylsma, G. Leonhardt, M. Leonhardt y F. Vester.
En toda la historia de la música francesa hay una constante curiosa en lo que se refiere a nuestro país, cuando toman a España como fuente de su inspiración. Esta coincidencia no es otra que la falta de profundidad en lo que nos es peculiar: el tratamiento, dicho de otro modo, superficial de nuestro paisaje y de nuestro carácter. Couperin no es ajeno a este modo de ver las cosas. En esta obra desarrolla una música claramente francesa. La alusión a España es circunstancial, un intento descriptivo que no cuajó en su momento.
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Música para piano.
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-917-
BRITTEN
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REQUIEM DE GUERRA
1 hora y 22 minutos.
Versión de Galina Vishvevskaya, Meter Pears, Fischer-Dieskau, Simon Preston, con el Coro Bach, el Coro de la Highgate School, el Coro de la Orquesta Sinfónica de Londres, el Melos Ensemble y la Orquesta Sinfónica de Londres, dirigidos todos por el propio autor, BRITTEN.
Tiene como sustento literario textos de la liturgia y del poeta Powel, asesinado en Francia poco antes de que acabara la II Guerra Mundial. Un escritor que llegó a afirmar que su tema preferido era la guerra, el lamento de la guerra. Murió con 25 años y su testimonio humanista lo llevó Britten a la música en este Requiem, en un registro histórico.
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Música de Jazz.
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-918-
Sibelius
SINFONÍA N. 7
Por la Orquesta Filarmonía de Londres, dirigida por Ashkenazy.
23 minutos.
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Schubert
OCTETO EN FA MAYOR
59 minutos
Versión de la Academy Chamber Ensemble.
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Música de Jazz.
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-919-
Rossini
EL ENGAÑO FELIZ
Obertura
Orquesta de Cámara Orpheus.
6 minutos.
Parece, más bien, el título de una novela. De la novela de la vida. Claro que si el “engaño es feliz”… Con qué poco se conforman los que se conforman con poco.
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Mendelssohn
CONCIERTO PARA VIOLÍN Y ORQUESTA EN MI MENOR
Versión de Ana Sofía Mutter con la Orquesta Filarmónica de Berlín, dirigida por Herbert von Karajan.
31 minutos.
Recuerdo que alguien, tras hacerme una visita en nuestra casa de Madrid, se sorprendió de este Concierto. No lo había escuchado todavía. Inmediatamente se percató de su singular belleza. Y es que Mendelssohn se dejaba llevar de la pura inspiración. Es como esas películas de estudio o no comerciales. No lo hizo para ganar un dinero que no necesitaba. Ya comenté sobre este concierto y tendremos ocasión de hablar de él más adelante.
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Prokofiev
SONATA PARA PIANO N. 2 EN RE MENOR, OP. 14
Al piano, L. Berman.
18 minutos.
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Purcell
TE DEUM
Con J. Bowman, Ch. Brett, I. Partridge, F. Robinson y la Orquesta de Cámara Inglesa.
15 minutos.
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Bach
TOCATA DÓRICA Y FUGA
Al órgano.
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Victoria
LAUDA SION
Motete a 8 voces.
Coro de Wedminster.
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-920-
ENRIQUE GRANADOS
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Ya hace mucho tiempo, salió una edición en cassette, titulada LOS GENIOS DE LA MÚSICA ESPAÑOLA, cuyo n. 5 estaba dedicado a GRANADOS. Su foto salía enmarcada en la carátula de presentación de sus
DANZAS ESPAÑOLAS
Concretamente, los n. 1 al 12, interpretadas al piano por LUIS GALVE.
Era una grabación de DISCOS COLUMBIA, S.A., fabricados en IBEROFON S.A.
Aquí está un ejemplar de esa edición. Una auténtica joya musical.
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-921-
Grieg
SUITE HOLBERG
Conjunto de danzas del siglo XVIII.
Versión de la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Karajan.
21 minutos.
Como antes con Granados, estamos ante una música de gran plasticidad. Ësta, para orquesta; aquella, para piano. Ambas, de singular gracia, tocando temas folclóricos autóctonos. Serenidad nórdica, en este caso; dinamismo mediterráneo en el autor español. Lirismo en estado puro. También romanticismo. ¿Cómo puede lograrse la transformación de una danza en tema de meditación, en meditación misma? Pero así es.
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Liszt
FANTASÍA Y FUGA SOBRE AD SALUTAREM UNDAM
Simon Preston, al órgano.
Es una de sus más monumentales composiciones para este instrumento. Se estrenó en 1855 con motivo de la inauguración del órgano de la Catedral de Meserburg.
28 minutos.
Esta sutileza sonora que inunda las naves del templo cristiano, no sé por qué razón, me trae a la mente, además, la barbarie en que algunos pueblos cayeron destruyendo estos grandiosos instrumentos por el solo hecho de sonarles a Iglesia. Me estremece la idea de que eso sea posible y que pueda repetirse. Y es que el odio todo lo destruye, o lo intenta. Lo primero, la cultura. Y los pueblos incultos sólo producen salvajismo y entumecimiento cerebral. ¡Dios nos coja confesados!
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Schumann
SINFONÍA N. 4 EN RE MENOR
29 minutos.
Versión de la Orquesta del Concergebouw de Amsterdam, dirigida por el irlandés BERNARD HAITINK.
Era diciembre de 1984.
Tras el acorde inicial, el despliegue de la primera melodía, que va desarrollándose paulatinamente hasta alcanzar el tutti. El primer movimiento va entrecruzando esa y otras melodías como una especie de espiral que evoluciona en variaciones.
El andante, más bien lento, del segundo tiempo es de un intimismo fuera de lo común. La melodía es cantada por el viento madera.
Surge el tercer movimiento con ímpetu, casi cortando al segundo. Protagonismo de las cuerdas. Una y otra vez repite el inicio del movimiento, y una especie de desvanecimiento se antepone a una nueva fuerza melódica de la orquesta en pleno. Sección que se repite.
Cuando parece morir el tercero, de sus cenizas, por decirlo así, va surgiendo con creciente brillantez el movimiento último. Los timbales en redoble preparan la melodía final del pleno orquestal, sin perder esa tonalidad menor que hace tan sugestiva esta sinfonía.
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La Canción de Solveig.
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Concierto para flauta.
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-922-
Beethoven
LEONORA III
Obertura
15 minutos
Versión de la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por BERNSTEIN.
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Vivaldi
TRÍO EN DO MAYOR PARA VIOLÍN, LAÚD Y BAJO CONTINUO
Interpretan N. Eric Spart, J. Lindberg, K. Ottesen, y M. Wiestander.
10 minutos.
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Elgar
SINFONÍA N. 1
52 minutos.
Versión de la Orchestra Royal Philarmonic, dirigida por PREVIN.
Hace entrada con una marcha. Música de carácter histórico-patriótico. Muy inglés. El tema marcial, aunque tranquilo, impera en todo el primer movimiento. ¿Hay en Elgar un romanticismo inglés? Parece que sí. El segundo movimiento resulta un tanto precipitado, pero no pierde la solemnidad impresa desde la marcialidad del primero. Le sucede un pasaje de cierto lirismo. Las sonoridades metálicas en los graves le imprime un cierto dramatismo. Pero toda la obra respira una agradable sensación y apacible encanto. El tercer movimiento manifiesta cierto miedo o recelo. Los violines, agitados, responden a los avisos del fagot y viento metal. Todo reacciona ¿bélicamente?
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Música moderna y de Jazz.
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-923-
EL ÓRGANO
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Liszt
LEYENDA DE SANTA ISABEL
11 minutos.
Esta obra, basada en temas del Oratorio de Santa Isabel, escapa los límites lógicos de la trascripción, pudiéndose ser considerada como pieza original para órgano. El 16 de febrero de 1883, tres años antes de su muerte, fue estrenada esta obra. La presidió el mismo Liszt, quien expresó con emoción su satisfacción por el resultado. Esta obra es una fantasía de estructura imitativa, construida sobre un único tema: la melodía “in festo Sanctae Elisabeth” de la antífona gregoriana “quasi Stella matutina”.
Al órgano, S. MARGUITTAY.
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ZUR TRAUNG
8 minutos.
Al órgano, E. Kovacs.
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INTROITUS
3 minutos.
Al órgano, S. Marguittay.
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HIMNOS ECLESIÁSTICOS
Al órgano, el mismo anterior.
10 minutos.
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Cesar Frank
CORAL N. 1
Al órgano, Marie Claire Alain.
15 minutos.
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Música para la voz humana.
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-924/925-
LA ÓPERA
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Mozart
DON JUAN
3 horas
Grabación extraordinaria de esta magna ópera, efectuada por Herbert von Karajan con la Orquesta Filarmónica de Berlín y el Coro de la Ópera de Berlín, teniendo como solistas a A. Tomota-Sintow, S. Ramey, A. Ballsa, F. Furlanetto, G. Wimbergh, K. Battle y P. Burchaladze.
El Acto Primero termina algo así como el “rosario de la aurora”. Esta ópera se grabó a principios del año 1986.
La conclusión moral del “concertante” final de “Don Giovanni” es que así terminan todos los que obran mal, pues la muerte es igual que la vida de los pérfidos.
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-926-
Tchaikovsky
LA TEMPESTAD
Con la Orquesta Sinfónica de Chicago, dirigida por Claudio ABBADO.
22 minutos.
Esto es otra cosa. Siempre sorprendente. Viento, rayos, agua, truenos, gente corriendo… todo aquí reflejado. Y tras la tempestad, la calma. Vuelve a salir el sol. Los pájaros renuevan sus trinos. Los hombres cantan sus amores. La Naturaleza brilla de forma esplendente.
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Campra
DOS MOTETES
13 minutos.
J. Nicolas, A.M. Lasla y W. Christie, con acompañamiento de órgano.
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Weill
CONCIERTO PARA VIOLÍN Y BANDA op. 12
Al violín, N. Liddell, con The London Sinfonietta, dirigidos por ALBERTON.
27 minutos.
Sin duda, original concierto. No suele darse este género, este mezclar banda y violín. Mas no carece de interés y pone a prueba la capacidad y sensibilidad de los músicos ejecutantes. Tampoco está exento de la belleza que asociamos a la interpretación orquestal. Aunque el soporte sea importante, lo definitivo es que la obra sea buena. Como el ser humano.
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Schumann
CANCIONES
19 minutos.
Para soprano y piano, en la interpretación de M. Price y J. Lockhart.
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-927-
Brahms
CUARTETOS VOCALES
Al piano, A. Rothkopf.
Coro de Cámara de Stuttgart, dirigido por BERNIUS.
25 minutos.
Si las canciones de Schumann son preciosas, estas polifonías de Brahms son una maravilla. ¡Nada comparable a la voz humana! ¡Qué gran don el de expresar cantando los más diversos estados anímicos! Cuando son expresiones de amor o de fe, nada equiparable a esa belleza.
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Roussel
SINFONÍA N. 3
Orquesta Filarmónica de Nueva York, dirigida por Pierre BOULEZ.
24 minutos.
Uno no termina de entender por qué se han impuesto las sinfonías llamadas “clásicas”. Yo invito a hacerse de esta magnífica obra rousseliana. Hay mucho bueno en el sinfonismo del pasado siglo. La mente sigue captando y generando belleza. “¿Acaso no habéis leído en la Escritura que sois dioses?”.
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Chopin
PRELUDIOS OP. 28
Al piano, RANKI.
34 minutos.
Mientras se escucha a Chopin pueden hacerse otras cosas, como pensar, escribir, rezar, hablar… Y no porque la música chopiniana deba despreciarse, sino por todo lo contrario. Ella, además ayuda a nuestra mejora personal. Te invita a otro silencio o, mejor, a otro diálogo. Incluso es utilísima en como relajante en las consultas médicas, en la conversación con el psicólogo o psiquiatra. Y para escuchar tu propia conciencia, tus palabras del alma, a ti mismo. Al menos, eso me pasa a mí. Claro que el pianista en cuestión tiene que transmitir. Hay quienes no. Tocan mecánicamente. Leen la partitura o la repiten de memoria, pero no la interpretan. Entonces, da lo mismo escuchar a Chopin que al martillo del herrero. El músico en general, y el pianista en particular, debe vivenciar la partitura que tiene delante o que ha asimilado anteriormente.
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-928-
Rimsky Korsakov
EL GALLO DE ORO
Música de la Suite, en versión de la Orquesta Filarmónica de Rótterdam.
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Cesar Frank
QUINTETO PARA PIANO Y CUERDA
(No conservo la referencia de los intérpretes)
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-929-
Richard Strauss
DON QUIJOTE
Poema sinfónico interpretado por el violonchelista Yo Yo Ma con la Orquesta Sinfónica de Boston, dirigida por Sergi Ozawa.
Sobre el quijotismo y el pancismo estaría bien un largo debate. La obra de Cervantes despierta interés en todos los hombres que gustan del pensamiento. Es un simplismo deducir que se es “quijote” o no. Cada ser humano lleva en sí el ideal y lo práctico. El ego parece que tiende a hacia Sancho Panza, el espíritu humano hacia la trascendencia y, al tiempo, gratuidad de Don Quijote. Todo está en el hombre. Los capítulos de la novela no son más que especie de parábolas o ejemplos. Pero la música de Strauss no pretende meterse en filosofías al respecto, más bien hace esbozos descriptivos de la biología de la novela cervantina.
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Música para piano y orquesta.
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Música de Jazz.
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-930-
Scarlatti
CINCO SONATAS
20 minutos.
Al piano, A. Weissenberg.
La música, como verdad estética, nos debe ayudar a recuperar el equilibrio. Hay mucho loco suelto, cada cual cargado de sus problemas, de sus imaginaciones, de sus caprichos. Y el desequilibrio reina por todas partes. ¿Cómo centrar las mentes? ¿Cómo recuperar el orden interior, para que el desorden exterior no nos afecte? A un creyente, le diría: “con la oración sincera, con la lectura sosegada de la Palabra de Dios”. Pero a un no creyente, que posiblemente no acepte los puntos de apoyo del creyente, le puedo invitar a que deje que la música “inspirada” penetre en su interior. Lo triste es cuando los locos creen estar cuerdos. Hay poco que hacer. ¿Te das cuenta, amigo? Todo esto puedo decirte mientras escucho estas sonatas de Scarlatti. Hazme caso. ¿Y si el loco soy yo?
Confío en que sea cordura admitir esa posibilidad.
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Lalo
CONCIERTO PARA VIOLONCHELO
L. Harrell con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, dirigida por CHAILLY.
28 minutos.
Esta obra vine a escucharla por primera vez cuando yo tenía unos veinte años. De esto ya hace cuarenta. Desde entonces me atrajo este francés, autor también de la “sinfonía española”. Me fijé en el parecido del sonido del violonchelo al de la voz humana. O a mí me lo parecía. Cálido, entrañable, sensible, versátil… Es el barítono de la orquesta, con tesitura amplia que abarca los sonidos agudos y los más graves. Aquí canta como lo haría un Fisher Diskau o un German Pray, o nuestros españoles Marcos Redondo o Manuel Ausense.
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Barber
MÚSICA DE VERANO
El Quinteto de Bergen la interpreta.
12 minutos.
Compositor norteamericano de obra no muy extensa, pero sí concentrada y expresiva.
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Mendelssohn
CUARTETO OP. 44, N. 2 EN MI MENOR
Lo interpreta el Cuarteto Bartholdy.
23 minutos.
Polifonía pura, elegante.
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-931-
Schubert
ROSAMUNDA
61 minutos.
Versión de E. Ameling con la Orquesta del Gewandhaus, dirigida por MASUR
Página deliciosa. Sobra todo comentario. Pero hablaremos de ella más tarde. Schubert la escribió para un gran drama romántico.
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Bruch
PIEZA DE CONCIERTO OP. 84
19 minutos.
Versión de S. Accardo con la Orquesta y Director anteriores.
Pequeño concierto para violín y orquesta no exento de imaginación, que pretende el lucimiento del solista.
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-932-
Haendel
CONCERTI GROSSI N. 3 EN MI MENOR Y N. 4 EN LA MENOR, OP. 6
25 minutos en total.
Versión de la Orquesta Barroca Inglesa bajo la dirección de Scherchen.
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Mozart
SINFONÍA N. 34 EN DO MAYOR
Interpreta la Orquesta de Cámara Inglesa dirigida por Barenboin.
22 minutos.
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Petrassi
CONCIERTO PARA ORQUESTA N. 4
26 minutos.
Orquesta Filarmónica Hungárica dirigida por PESKO.
No son frecuentes los conciertos sin solista. Pero este es un ejemplo del concierto escrito para plena realización de la orquesta, en que las diversas secciones entran en juego armónico.
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Música y cantos populares.
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-933-
Ives
SERIE ORQUESTAL N. 2 CON CORO
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, dirigida por Isson-Thomas.
21 minutos.
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Haendel
SONATA PARA VIOLÍN OP. 1, N. 13
12 minutos.
I. Brown, M. Kraemer y D. Vigay.
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Glazunov
ESCENAS DE BALLET
Con la Gran Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú, dirigida por Rohzdestvensky.
28 minutos.
Suite que incluye los movimientos “introducción”, “marionetas”, “mazurca”, “scherzino”, “pass d`action”, “danza oriental”, “vals” y “polonesa”.
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Música variada y de cine.
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-934-
Bach
CANTATA WEICHET NUR, BETRUBTE SCHNTTEN, BWV 202
Con la soprano E. Mathis y la Orquesta de Cámara de Berlín dirigida por Schereier.
Bach, por oficio, es ante todo un compositor de música religiosa. Y, más concretamente, vocal. Durante treinta años tendría que atender una festividad religiosa de relieve. Con el Primer Domingo de Adviento se inauguraría el año litúrgico.
Esta cantata 202 es profana: DISIPAOS, TRISTES SOMBRAS. Respecto a su cronología todo son problemas y enigmas. La copia es de 1730. Pero con un tipo de grafías que Bach hacía tiempo no usaba. El autor del libreto es un poeta nacido en la primera década del siglo XVII. La copia de esta partitura se la debemos a un alumno de Bach, Johannes Rinde. Fue compuesta para celebrar una boda que se celebró en Primavera. Pero tampoco se conocen quiénes eran los novios. Eso sí, no debía ser una boda cualquiera. Consta de 9 números, alternando arias y recitativos. La orquesta es discreta en cuanto a volumen, con bajo continuo y un oboe. Dispositivo que actúa en pleno al principio y al final.
El aria inicial se desarrolla entre un carácter casi declamado. La cuerda, a intervalos sucesivos, desgrana unos acordes que expresan el disiparse de las sombras invernales. El oboe entona una melodía de carácter declamado. Y dará paso a la voz que, casi nada más entrar, pone especial acento en la expresión “tristes sombras”. Inmediatamente, con una larga nota para la palabra “descanso”, con la que acaba la frase. En la segunda sección, la voz arranca sola con el único apoyo del bajo continuo. Y este es el texto del aria:
Apartaos, tristes sombras, helada y vientos. Retiraos a vuestro descanso. El placer de Flora sólo desea que se cumpla la alegre dicha del alma, pues trae flores.
El 2 de diciembre de 1717 Bach salía de estar un mes en la prisión del Duque de Weimar por desacato hacia su persona.
El aria del n. 2 llama la atención por el ritmo que marca el galopar de los caballos de Febo. Según la mitología, Febo, el sol, aparecía por la mañana en un carro tirado por briosos corceles que conducía Aurora. El bajo continuo, si necesidad de que lo prescriba la partitura, está reforzado por el fagot. La palabra “se apresura” la describe con una rápida figuración. El recitativo canta, así, el renovarse de la Naturaleza en Primavera:
El mundo se rejuvenece. En montañas y valles se reduplica el encanto de todo lo bello y el día se libra del frío.
Y el aria dice así:
Febo se apresura con veloces caballos a través del mundo renovado. Ciertamente se complace en convertirse en galán.
El n. 4, recitativo, presenta una de las características típicas del estilo de la época de Bach en Weimar. Tenía él unos 30 años. El conocido “declamado seco” se va a transformar en “arioso”. El aria es más expresiva y lírica, no exenta de cierta melancolía. Tanto en el violín como en la voz. Hace efectos de eco mediante bruscas alternativas entre fuerte y suave o piano. Los textos dicen así:
Por eso, también, Amor busca su placer, cuando la púrpura sonríe en las praderas, cuando Flora hace gala de su fausto y cuando en su reino, como flores hermosas, vencen los corazones ardientes.
Y el aria que le sigue dice así:
Cuando pasan los aires de Primavera soplando por los campos multicolores, también Amor sale a hurtadillas para descubrir por sus adornos quién es aquél para que un corazón bese al otro.
El recitativo n. 6, a pesar de su brevedad, comienza también en declamado para terminar pasando por arioso. El aria que sigue, n. 7 de la cantata, tiene un evidente carácter de danza popular. El oboe es el solista instrumental. Los textos dicen así:
Y esta es la Fortuna: el que por favorable gracia consigan dos almas el adorno en el que resplandecen Bienestar y Bendición.
Ejercitarse en el amor, solazarse en bromas es preferible al efímero placer de Flora. Aquí brotan las olas, aquí ríen y ondean las palmas de la victoria en los labios y el corazón.
También el recitativo siguiente deriva hacia el arioso, donde hay que poner de relieve el giro descendente de la voz, subrayado por el arpegio también descendente con que destaca la palabra “caso o caída”. El aria final es una auténtica “gavota culta”. La cuerda completa, con bajo continuo y oboe y todo el instrumental al pleno, acompañan a la voz en esta pieza que cierra la obra. Y los textos de este bloque dicen así:
Que así sea el vínculo del casto amor, dos veces prometido, exento de la inconstancia del cambio. Ningún suceso repentino, incluso el estampido del trueno, intimide la fuerza del amor.
Ve con satisfacción millares de luminosos días de prosperidad y que vuestro amor produzca pronto flores.
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Hay, también, en este estuche un fragmento de la Cantata 62 de Bach, el coro inicial. El texto es de Martín Lutero, publicado en 1524, y es la traducción del Himno de San Ambrosio VENI, REDEMPTOR GENTIUM.
Una joya más del tesoro bachiano.
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Música para piano y orquesta en directo.
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-935-
Bach
CANTATA SELIG IST DER MANN, BWV 57
Versión de P. Jelosis, R. van der Meer, con los Pequeños Cantores de Viena y el Concentus Mussicus Wien, dirigidos por HARNONCOURT.
Para los cuatro domingos de Adviento conservamos tan sólo cuatro cantatas de Bach. Y esto, porque en Leipzig, durante esta época, a excepción del primer domingo, no se hacía música concertante. Sin embargo, para las dos semanas de la Navidad disponemos de 29 cantatas, muchas de ellas de gran envergadura. La de este estuche presenta un carácter intimista e introvertido. Y es que las celebraciones de la Navidad contenían fiestas de diverso matiz. Así, los tres días con que se celebraba Navidad, propiamente dicha, constaba de la festividad del 25 de diciembre, el día 26 y el día 27. La atmósfera en cada una era diferente, según se fijara el texto en aspectos de la misma Navidad o de la festividad coincidente. Esta Cantata 57, DICHOSO EL HOMBRE, tiene en su óptica de mira la fiesta de San Esteban, del diácono y primer mártir del Cristianismo, que muere apedreado a las puertas de Jerusalén. La cantata fue estrenada en ese día 26 de diciembre de 1725. Bach no la designa con el término “cantata”, sino que lleva por título “CONCIERTO Y DIÁLOGO”. Diálogo que tiene por protagonistas a Jesús y el alma, como sucede en otras cantatas, recogiendo un género literario muy común en la literatura espiritual. Los textos son del poeta y bibliotecario de la corte. El texto del número final es de otro autor.
Las voces son: el bajo-voz de Jesús; el alma que se expresa a través del soprano; el coro es requerido sólo para entonar el coral final. Y la orquesta consta de la acostumbrada cuerda, con bajo continuo, a la que se unen tres oboes. Es Jesús quien abre la obra con una cita bíblica. En este caso de la Carta de Santiago. Es la catequesis o doctrina básica del texto. La lección moral, como los encabezamientos de los clásicos sermones antiguos.
Y quizá la denominación de “aria” no sería la exacta para el número inicial. Es más bien un casi declamado. La introducción orquestal arranca con un giro que se establece en un dato del género, tanto en los instrumentos como en la voz. Al entrar la voz, repite por tres veces, solemnemente, la palabra “dichoso”, con una larga nota de entrada. Este recurso se convierte en hábito, y esa larga nota se repite sobre otras palabras del texto. Especial relieve da a la palabra “corona”, y es una alusión a la palabra “Esteban”, ya que su nombre griego significa precisamente eso, “corona”. Y este es el texto del aria:
Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, pues, una vez probado, recibirá la corona debida.
Un recitativo seco del soprano da entrada al alma. Musicalmente no hay nada que destacar. Pero el aria que entona a continuación está llena de dramatismo, que pone de relieve el arranque de lo orquestal. Sin embargo, irá serenándose hasta cuajar en otro giro. Esos giros significan lo irreal de nuestra condición, tanto en lo referente a la muerte como a la vida. El texto del recitativo hace alusión a la figura de Abel, al que pone en línea con el mártir Esteban, y del cual se hablaba en el Evangelio del día, tomado de San Mateo:
Ah, este dulce consuelo alivia mi corazón, pues, de lo contrario, se sume en eterno dolor entre ayes y gemidos. Y como un gusano, se retuercen en su sangre. Como una oveja he de vivir entre mil lobos feroces. Soy un auténtico cordero abandonado y tengo que resignarme a su furor y crueldad. Lo que aconteció a Abel me arranca también este torrente de lágrimas. Jesús, si ignorara aquí tu consuelo, debería reprimir el ánimo y corazón, lleno de tristeza, decir: Redesearía la muerte, sí, la muerte, si Tú, Jesús mío, no me amaras. Y s Tú me afligieras mi pena sería infernal.
En el breve recitativo n. 4 entran ya en contacto el alma y Jesús, que ofrece a aquella su auxilio. Con lo que el bajo encuentra preparado el terreno para entonar su aria de un carácter decidido, arrollador, en la cual Jesús proclama su victoria sobre el enemigo. Las repetidas y rebatidas semicorcheas, el modo mayor que utiliza el bajo, resaltan el efecto. La palabra “acusar” ensombrecerá, pero sólo pasajeramente. Y este es el diálogo del recitativo:
Jesús:
Te extiendo la mano y, con ella, el gozo.
El alma:
Ah, dulce prenda de amor. Tú puedes abatir a los enemigos y reducir su ira.
Y así canta Jesús en el aria:
Sí. Puedo vencer a los enemigos que te acusan constantemente ante Mí. Por eso miro por ti, espíritu oprimido. Cesa de llorar. El sol brillará más claro, ahora enturbiado por la noche de la angustia.
El n. 6 es un recitativo seco de los dos protagonistas de la cantata. El aria que le sigue, llena de arrebatado misticismo, contiene detalles de tipo figuralista. Por ejemplo, el giro inicial de la orquesta recorre en tres breves tramos descendentes una extensión de más de dos octavas. Expresa así el veloz concluirse de la vida. Un poco más adelante, la palabra “anhelo” y “deseo” la canta con una nota larga que refuerza la firmeza de lo que anhela. Y no deja de ser también figuralista el entrecortado de las palabras “aniquilación” que las expresa entre silencios. El contenido, las ideas de este bloque final no dejan de ser extrañas para una mentalidad que base su existencia en valores puramente humanistas. Canta el deseo de morir no como vacío anhelo de la nada, sino como culminación de la llamada de la eternidad, donde el alma creyente espera el encuentro con el Dios de su Fe. Es una temática predilecta de Bach, a la que él mismo aporta contenido, ya que cierra la cantata con un coral de su elección, que canta a la Fe como liberación de la muerte. El texto del recitativo dice así, en este diálogo de Jesús y el alma:
JESÚS:
En mi seno yacen paz y vida que, algún día, te regalaré para toda la eternidad.
ALMA:
Ah, Jesús, si estuviera contigo. Acarícienme vientos sobre la tumba y sepulcro, para que pueda vencer toda miseria. Dichosos aquellos que yacen en el ataúd y esperan el sonido del ángel. Ah, Jesús, haz que, como Esteban, vea los cielos abiertos.
Es esto una alusión al martirio, según leemos en el libro de Los Hechos de los Apóstoles. Y sigue:
Mi corazón está dispuesto para subir a Ti. Ven, tiempo de bienaventuranza y muestra tumba y sepulcro. ¿Qué me regalarás?
Y la respuesta a esta pregunta la proporciona Bach a través de la estrfa sexta “Jesús, ¿has escondido tu rostro?”, de 1668, cantada con la triunfal melodía de “Alaba al Señor, poderoso rey de la Gloria”. Una referencia musical no exenta de intención. La melodía de este coral final aparece en un cantoral de 1679, y el texto dice así.
Acepta, querida, mi Voluntad y cree que seré siempre y por toda la eternidad tu Amigo del alma. Y el que te alegra y, desde el cuerpo martirizado, te lleva al Cielo.
*
También está en este estuche el número inicial de la cantata 70. Una delicia bachiana.
*
Música para guitarra.
*
Compases sinfónicos.
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-936-
Shostakovich
SINFONÍA N. 10 EN MI MENOR OP. 93
Grabación en directo de la Orquesta Filarmónica Checa
Impresionante, como casi siempre. Este músico del Soviet se abrió paso en el mundo culto y occidental por la grandiosidad y belleza de sus sinfonías. Cargada ésta de melancolía, dramatismo y profundidad.
*
Larregla
VIVA NAVARRA
Orquesta Filarmonía de España, dirigida por Frübeck de Burgos.
*
Moszkovsky
DANZAS ESPAÑOLAS
Orquesta Sinfónica de Londres, dirigida por Ataulfo Argenta.
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Ivanovich
OLAS DEL DANUBIO
Orquesta de la Opera Popular de Viena, dirigida por BAUER.
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-937-
Sibelius
SINFONÍA KULLERVO
En versión de E. L. Saarinnen, J. Hynninen, con el Coro Masculino de la Universidad de Helsinki y el Coro de la Academia Estatal de Estonia y Orquesta, dirigidos por P. Berglund.
Esta obra hay enmarcarla dentro del espíritu y estilo nacionalista de su autor. Es una verdadera sinfonía coral. Las voces humanas se incorporan a la grandeza de una partitura singular. Al igual que Shostakovich para Rusia, Sibelius es un prócer de la patria filandesa que exalta la verdad histórica de su país con una mezcla prodigiosa de drama y romanticismo, que le hace universalmente inteligible. Sin duda, pertenece a las grandes figuras del siglo XX en el campo de la música.
*
Liszt
LOS PRELUDIOS
Poema sinfónico.
Genial interpretación de la Orquesta Filarmónica de Berlín bajo la batuta de Herbert von Karajan.
*
-938-
Rachmaninov
CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA N. 3
Grabación en directo del pianista Jorovich con la Orquesta Filarmónica de Nueva York, dirigida por Ormandí.
De entre las varias versiones de este Concierto en este archivo, no es esta la menos importante. Me parece una versión más que excelente. Tiene una gran personalidad. Ya he dejado escrito que es difícil superar este grado de romanticismo. No puedo hacer otra cosa al escucharlo. Merece toda mi atención. Casi no tiene límites su capacidad de atracción. Supongo que eso va en el alma rusa. No se suele dar por estos pagos. ¿Cómo describir lo que casi te enajena?
*
Música de ópera.
*
Debussy
RAPSODIA PARA CLARINETE
Obra que el autor compuso para clarinete y piano y, luego, hizo la adaptación para orquesta.
Aquí está en la versión con la Orquesta de la Suisse Romanade dirigida por Ernest Ansermet.
*
Chopin
POLONESA-FANTASÍA
Francois René, al piano.
*
Britten
SINFONÍA SIMPLE
Versión de I MUSICI.
*
Música de ópera.
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-939/940-
Boccherini
QUINTETO N. 2 O LA RETIRATA DE MADRID EN DO MAYOR PARA GUITARRA Y CUERDAS
Versión del Cuarteto Guarneri.
Con cuatro tiempos: allegro maestoso assai, andantinoi, allegretto y variaciones.
*
Joaquín Rodrigo
ZARABANDA LEJANA Y VILLANCICO
En una interpretación de la Orquesta de Conciertos de Madrid bajo la dirección de Odón Alonso.
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Honegger
PACIFIC 231
Música descriptiva.
Orquesta Sinfónica de Yuta.
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Sibelius
SINFONÍA N. 1
Dentro del espíritu nacionalista, aborda Sibelius una grandiosa sinfonía, llena de encanto. Su riguroso estilo da protagonismo a los sonidos graves del metal y la madera. Incluso la cuerda tiene ese matiz que tanto respeto sugiere. La melodía viene insinuada en repetidos empieces, con carácter solemne. Una melodía que surge de la Naturaleza reflejada en una exposición instrumental adecuada. Los violines dan paso a un movimiento más tranquilo. En la lejanía el tronar de timbales y las leves entonaciones de las flautas, que secundan los violonchelos. Una aceleración del ritmo llena de vitalidad el ámbito sonoro. Cantan las cuerdas semigraves no sé qué misteriosos recuerdos casi atávicos. Y se produce una nueva aceleración rítmica con sabores que las trompetas recuerdan a lo épico. Y el viento madera regresa a la melodía que sostiene la memoria del pasado popular. Sibelius impregna de patriotismo toda su obra compositiva.
*
Rimsky Korsakov
SINFONÍA N. 1 EN MI MENOR
Versión de la Gran Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú.
Escuchaba esta estupenda obra en compañía del profesor Barquero. Por coincidencia de gustos artísticos, de Rimsky pasamos a hablar de otros rusos eminentes, incluyendo los literatos famosos del siglo XIX. Y, ya puestos, hablamos de la inspiración literaria en los escritores ingleses, franceses, españoles y americanos de aquella centuria y de la del pasado siglo XX. Todo sea por la causa de la Cultura.
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Weber
QUINTETO OP. 34 EN SI BEMOL MAYOR
La invención musical debe a los instrumentistas más de lo que se piensa. Jugaron un papel decisivo en la imaginación sonora de los músicos Mozart, Brahms y Weber, autores de brillantes quintetos para clarinete que son, en el fondo, conciertos para este instrumento.
Este lo interpreta el Conjunto Melos de Londres.
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Prokofiev
SUITE TENIENTE KIJÉ
Comienza con unas notas de clarín, seguidas de redoble de tambor y flautín iniciando una marcha militar a cargo de la orquesta. Ambiente castrense. Escenas rutinarias o apacibles. Pasaje, después, de cierta brillantez y solemnidad. Vuelve a sonar el clarín. Entrecruce de melodías. El clarinete entona una canción un tanto sombría. Tambor y clarín nuevamente. Fin.
Versión de la Orquesta Nacional de Francia dirigida por Lorin Maazel.
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Mozart
SONATA PARA PIANO EN DO MENOR.
María Joao Pires, al piano.
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Ibert
CONCIERTO PARA FLAUTA
(Queda inconcluso en este archivo cuando va por el tercer movimiento).
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-941-
Tchaikovsky
CUARTETO N. 1 EN RE MAYOR OP, 11
De un siglo para acá, esta obra hace las delicias de los verdaderos aficionados a la música.
Versión del Cuarteto AMADEUS.
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Schmidt
SINFONÍA N. 4
Inicio del metal en solitario.
Sinfonía para el relax, para la ensoñación, para el equilibrio.
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Wagner
PRELUDIO DEL ACTO I DE LOHENGRIN
Charles Chaplin utilizó esta misma pieza para su genial película EL GRAN DICTADOR. La puso casi al final, cuando Johanna sueña en un mundo de paz y armonía, tras la pesadilla de la II Guerra Mundial. Es curioso que los nazis utilizaran la música de Wagner en su aspecto más dramático. ¿Cómo iba a pensar el gran Ricardo, y más una vez convertido, que esa música entusiasmaría a las masas más irracionales de la Historia, y no esta otra que, afortunadamente, está escrita para la inmensa mayoría de los hombres, buenos e inocentes? Pero así se escribe la historia.
Este Preludio está interpretado por la Orquesta Sinfónica de Columbia, dirigida por Bruno Walter.
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Música para guitarra.
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-942-
Max Reger
PRÓLOGO SINFÓNICO PARA UNA TRAGEDIA
Esta grabación dura 34 minutos.
Es intérprete la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín bajo la dirección de Albrech.
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Schubert
Hay aquí una selección de dos de sus magnas obras:
SINFONÍA INACABADA
ROSAMUNDA
Versión de la Orquesta Sinfónica de Viena dirigida por Harnoncourt.
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Tartini
CONCIERTO PARA FLAUTA Y ORQUSETA EN SOL MAYOR
Solista, Jean Pierre Rampal, con los SOLISTI I VENETI.
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Prokofiev
EL HIJO PRÓDIGO
Suite orquestal
Versión de la Orquesta Filarmónica de Montecarlo dirigida por Loren Foster.
Las escenas bíblicas y, más concretamente, evangélicas dan pie a los compositores a crear bellas partituras. Por otra parte, de todas las páginas del Evangelio, ésta es, sin duda, una de las más bellas y que mejor reflejan la verdad de Dios y la mentira humana. Dios es, por decirlo así, el Padre de todo cuanto existe, especialmente, y así conviene que sea, del ser humano. Por tanto, Dios es, al tiempo la Casa del Hombre. Y, como en la casa de uno no se está en ninguna parte, según decimos en español, lo razonable es que el Hombre siempre esté en Dios. Lo que pasa es que, no sabemos en realidad por qué motivo, a veces decidimos irnos por ahí, a ver mundo. Son muy pocos los que deciden quedarse en la Casa, pero también con miras un tanto egoístas. Resulta que eso de andar por ahí suele terminar agotando las fuerzas y el bolsillo. Entonces nos damos cuenta de que en Dios se estaba mejor, y decidimos volver. También egoístamente, claro. Pero Dios, que no tiene más razones que las de amar a sus criaturas, porque no puede dejar de amarse a Sí mismo, espera nuestra vuelta permanentemente. Lógicamente, cuando ve que hemos resuelto volver a El, a nuestra Casa, la alegría le hace perder la cabeza, y vuelca sobre nosotros, pecadores, toda su riqueza de afectos, de mimos, de felicidad. Y ya se nos quitan para siempre las ganas de volver a hacer el tonto fuera de Casa.
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Voz de contralto acompañada a la guitarra.
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-943-
Dukas
SONATA PARA PIANO EN MI BEMOL MAYOR
Al piano, Francois René.
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DanzaS ClásicaS.
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Compases haendelianos.
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Brahms
OBERTURA TRÁGICA
También esta pieza forma parte de esas primeras obras musicales que tuve ocasión de escuchar hace más de cuarenta años. De hecho, me retrotrae a esa época de los años 60 del pasado siglo. El mundo siempre está algo turbulento, pero da la sensación de que se pone efervescente en determinados tiempos. Pero la “tragedia” de Brahms fue un amor no correspondido en el sentido que él hubiera deseado. No se puede tener todo en la vida. Pero, esta música no se refiere a su situación afectiva personal. Verdadera joya en su género.
Versión de la orquesta Sinfónica de Columbia, dirigida por Bruno Walter.
Legendaria y mitológica grabación.
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Purcell
IN NOMINE, en Sol menor.
Sorprendente pieza.
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Debussy
JUEGOS
Música de discontinuidad, de ausencias, de retornos, de glorificación tímbrica en estado puro como mero valor constructivo. Música plural y caleidoscópica. Hay que escucharla no como “impresionista”, sino como a un von Weber tonal. Fascinante.
Versión de Bernard Haitink con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam.
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Polifonía operística.
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En un mercado persa.
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-944-
MÚSICOS ESPAÑOLES
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Guridi
DIEZ MELODÍAS VASCAS
Versión de la Orquesta Nacional de España bajo la batuta de Ataúlfo Argenta.
Los que hemos visitado alguna vez las provincias vascas nos hacemos perfecta idea de esta maravillosa obra de Guridi, inspirada en aquel paisaje, en aquellas costumbres folclóricas, en aquellas buenas gentes. El mal concepto que pueda tenerse del mundo vasco todos sabemos de qué procede. Pero en todas partes hay habas. Y Guridi tuvo la suerte de ver el aspecto positivo y maravilloso del territorio y del pueblo vasco, de descubrir su alma, aquí reflejada.
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Bretón
EN LA ALHAMBRA
Versión de la Gran Orquesta Sinfónica bajo el mando de Argenta.
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Turina
SERENATA
Versión de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, dirigida por GARCÍA ASENSIO.
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Guridi
AMAYA
Espatadatza y Plenilunio
“Amaya” es una ópera de ambiente vasco. Estos dos números aquí registrados reflejan dicho ambiente. Lo que vale unir al comentario de más arriba sobre la obra de Guridi.
Versión de la Orquesta de Conciertos de Madrid, bajo la batuta de ARAMBARRI.
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Marcha final de Año Nuevo en versión de la Filarmónica de Berlín y la dirección de Karajan.
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Música de cámara.
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-945-
Liszt
RAPSODIA ESPAÑOLA
Al piano, Lazar Bergman.
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Holzbauer
SINFONÍA CONCERTANTE EN LA MAYOR
Versión de la Camerata de Berna.
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Ravel
TRIO EN LA MENOR
Versión del Trío DVORAK.
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Música sinfónica.
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-946-
Petrassi
CONCIERTO PARA ORQUESTA N. 1
Versión de la Orquesta Sinfónica de la BBC, dirigida por Zoltan Pesko.
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Roman
SINFONÍA EN RE MAYOR
Ha sido considerado como el padre de la música sueca con todo merecimiento, ya que no sólo mantuvo su propia orquesta, sino que promovió la vida musical de Estocolmo y organizó los primeros conciertos públicos en Suecia e hizo un loable esfuerzo por adaptar la lengua sueca a la melodía musical. Músico del siglo XVIII.
Esat sinfonía está versionada por el Conjunto Orpheus de Estocolmo.
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Sibelius
SEIS CANCIONES
Panteísta declarado, sentía la presencia divina a través de su contacto con el Universo, con la Naturaleza. Algo de ese espíritu planea sobre las seis canciones para barítono y orquesta aquí registradas.
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Música sinfónica.
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Alfonso Gil González