NUESTRO REQUIEM DE FAURE
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Terminamos, por fin, la obra cumbre
que escribiera Fauré por los difuntos.
Aquí estamos nosotros, todos juntos,
de ese fuego cantor para la lumbre.
Que haga cada cual su luz vislumbre,
y en este competir gane esos puntos,
pues ya metidos en estos asuntos,
hagamos de la perfección costumbre.
Cantaremos el Requiem por los nuestros,
por Pedro, por Juanito y Paco Alfonso,
por Santos, por Ramón y por Antonia.
Por los míos también, y por los vuestros,
por todo Cehegín vaya el responso
que preludie la eterna ceremonia.
Alfonso Gil González