CANCIÓN DE PRIMAVERA

Canción de Primavera

He estado tentado de escribirte, caro@ lector@, algo relacionado con esa cantinela gubernamental sobre la derrota terrorista, aun a sabiendas de que el terror hace lo que le da la gana y se ríe de gobernantes y gobernados, sea en Semana Santa o sea en Pascua de Resurrección. De modo que, perdona no te hable de una canción tan poco preñada de esperanza para los buenos ciudadanos, y así dejaré que el gobierno español nos la siga cantando, pobres ingenuos que todo lo tragamos.

Afortunadamente, la Primavera sí es canción, o canciones. De ella sacó Mendelssohn la número 20. Haz como yo, escúchala al piano. Y también era concierto para el cura Vivaldi, que llegó a entender la música como verdadero ministerio o servicio a sus venecianos. Si, por otra parte, prefieres a Beethoven, compuso él dos obras que podrías oír en este tiempo pascual: la Sinfonía n. 6, inspirada en el paisaje de la campiña, cuyo 2º movimiento lo intitula escena del riachuelo, y su sonata para violín y piano n. 5. 

O puede que prefieras los Sueños de Primavera de Schubert, cantados por un buen barítono. O deleitarte con la Sinfonía n. 1 de Schumann. O la suite que a esta estación dedicara Eduard Grieg. Todos ellos, y otros más, percibieron que la Primavera es un bello tiempo para despertar y encarar el mundo con ilusión polícroma. Que sigan los demás con sus sueños y ronquidos. Mas no pase en vano para ti el tiempo de la poesía y de la música, del alegre caminar con los hermanos, del gozo matinal de la jornada sin ocaso y sin sombras de agonía.

Alfonso Gil González