Desde mi celda doméstica
Buscando...
lunes, 18 de mayo de 2015

NO GASTARÉ MI PLUMA


No gastaré mi pluma


No gastaré mi pluma contra quienes hacen una lectura parcial y oportunista del Evangelio.
No gastaré mi pluma contra los que prefieren la ley, aunque sea eclesiástica, al mensaje humanizador y salvador de Jesucristo.
No gastaré mi pluma contra los que defienden el matrimonio y la familia de los demás, y se lo prohíben a sí mismos o a aquellos que, por misión de Cristo, tienen que ser luz y sal de la tierra en todos los sentidos.
No gastaré mi pluma contra aquellos que reclaman vocaciones sacerdotales y dejan que se pierdan, paradójicamente, muchas vocaciones sacerdotales ya maduras, cuando no las relegan al ostracismo, simplemente porque han sido capaces de asumir un nuevo sacramento, “haciéndose iguales en todo, menos en el pecado”, a los fieles que pastorean.
No gastaré mi pluma contra quienes enarbolan la bandera de la fe, pero ésta no se hace visible con el ejercicio amoroso y desinteresado de la solidaridad humana.
No gastaré mi pluma contra quienes prefieren el derecho canónico al bien de las almas, o incluso llegan a la aberración de que el bien de las almas ha de pasar por el cumplimiento del derecho canónico.
No gastaré mi pluma contra los que no llegan a entender que “no son los hombres para el sábado, sino el sábado para los hombres”.
No gastaré mi pluma, claro que no, pero les diré una y mil veces: Vais de espaldas y contra el viento.


Alfonso Gil González

Compartir en :
 
Back to top!