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Angelus
No es para menos. Es una bellísima costumbre cristiana que, a mediodía, se vuelva a recordar diariamente el deseo de Dios de hacerse hombre, y de buscar a la nueva Eva regeneradora de la Vida interminable.
Dios se hizo hombre y puso su tienda de campaña entre los hombres, a la intemperie.
Pero el anuncio del ángel obtiene una respuesta terapéutica a la desobediencia de Eva: “Hágase en mí según tu palabra”. Esa actitud de sierva del Señor nos Lo trajo a la tierra. Porque, si la iniciativa salvadora procede del Creador, una vez más, la respuesta humana la hace posible y concreta en nuestro mundo.
También cada uno de nosotros recibe el anuncio divino de si queremos portar en nuestro interior, y darlo a luz, el amor de Dios. Y sólo falta una palabra nuestra: “Hágase”.
Alfonso Gil González
