Cuando sea elevado en alto…
El capítulo 8 del evangelio de san Juan resulta escalofriante desde el pasaje de la mujer adúltera, en que nadie tiró piedras contra ella, hasta el final del mismo capítulo, en que se dice que cogieron piedras para tirárselas a Jesús. Imposible resumir ese capítulo. Hay que leerlo una y otra vez. Es denso en su mensaje teológico. Yo diría que “tremendo”.
La imagen que tienes delante responde a esa frase del versículo 27: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces sabréis que Yo Soy.
Jesús, en el templo salomónico, estaba en diálogo profundo con los escribas y maestros de la ley, con fariseos y saduceos, con sacerdotes y levitas. Les habló de que Él era la luz del mundo, del testimonio de su Padre, de la libertad que proporciona la verdad, de su grandeza mayor que la de Abraham, etc… Todo queda patente en la Cruz.
Alfonso Gil González