Cristo y la Samaritana
En Juan 4 leemos la entrevista entre Jesús y la mujer de Samaria. Catequesis maravillosa. Era mediodía. La mujer iba a sacar agua del pozo de Jacob (AT). Dame de beber, le dice Jesús. ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, siendo samaritana? Están a solas. Los discípulos habían ido a comprar comida. Si conocieras el don de Dios, tú le habrías pedido a él y él te daría agua viva. Ella le dice que el pozo es hondo, que no tiene con qué sacar el agua, que si es más grande que Jacob… Pero, todo el que beba de esa agua volverá a tener sed, pero el que beba el agua que Yo le daré nunca volverá a sentir la sed, pues en él será como una fuente que brota hasta la vida eterna.
“Señor, dame de ese agua”.
Alfonso Gil González