El ángel en el sepulcro
Leemos en Mateo 28,2-3, que, de pronto, se produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. Se dirigió a las mujeres para decirles que no temieran, que Jesús, el crucificado, no estaba allí, pues había resucitado, y les precedería a Galilea.
Y fueron a darle la noticia a sus discípulos.
Alfonso Gil González