Anuncio a los pastores
Narra el evangelista que los pastores, cuando nace Jesús, estaban durmiendo al raso, vigilando por turno sus rebaños. Se les presentó un ángel del Señor y la gloria divina les envolvió con su luz. Y les dijo que era una enorme alegría el que les naciera el Mesías, al que encontrarían envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
A ese anuncio singular se unieron las voces de los coros celestiales que entonaban el “Gloria in excelsis Deo” de la Misa en armoniosa polifonía y a toda orquesta, pues la gloria del cielo iba aparejada con la paz a los hombres.
Y aquellos hombres fueron, vieron, lo anunciaron, y se volvieron dando saltos de alegría, tras vivir una experiencia tan inusual y tan transformadora. ¡Como para olvidarla!
Alfonso Gil González